A cada paciente hay que darle la medicina que necesita. No podemos darle lo mismo a un paciente con dolor de cabeza, que a uno que tiene una erupción cutánea. Incluso para dos pacientes con dolor de cabeza, puede que la medicación apropiada sea diferente.
La mejor medicina para un paciente será la medicación que necesita.
También, hay que dar la dosis adecuada. Habrá variables que hagan modificar la dosis que nos pueda pautar el médico. Evidentemente el tipo de enfermedad, el peso y edad del paciente, otras medicaciones o otros problemas de salud que puedan influir. Sabemos que una dosis pequeña, no tendrá efecto terapéutico, no funcionará. Por otro lado, dosis demasiado grandes pueden provocar intoxicaciones con efectos perjudiciales para la salud.
La mejor medicina para este paciente será; la medicación que necesita, con la dosis apropiada. Ni más, ni menos.
E incluso, a veces, hay que tener en cuenta la profesión, ocupación o también preferencias o otros factores del paciente. Si recetamos las pastillas con la mejor medicina y la mejor dosis, a un paciente que no puede tragarse las pastillas, seguramente no será efectivo. También podemos pautar la mejor medicina a un paciente pero que se niegue a tomarla porque el efecto secundario que le provoca tiene un impacto en su trabajo o en su vida que no puede permitirse. Estoy pensando en medicación que induce sueño en conductores profesionales, o también en pacientes que tengan personas a su cargo,que no puedan permitirse disminuir su atención.
La mejor medicina para este paciente será; la medicación que necesita, con la dosis apropiada y adaptada a su contexto.
Pues bien, el ejercicio es una de las medicinas más potentes que utilizamos los fisioterapeutas. Nos encargamos de determinar en primera instancia si el ejercicio es, o no es apropiado para este caso. Luego, de todo el ejercicio que se puede pautar cual es el mejor para nuestro paciente en base a todas las variables que antes hemos mencionado y con el conocimiento de su patología.
Tendremos que tener en cuenta: qué tipo de ejercicio es el idóneo (fuerza, control, flexibilidad, en qué rango de movimiento…), con qué dosis ( número de series, repeticiones, intensidad, con o sin dolor, cuántos días a la semana…) y adaptado al paciente (teniendo en cuenta cuál es la evolución de su patología, sus demandas físicas, sus condicionantes personales o laborales y intentando que tenga transferencia a su actividad laboral o deportiva).
Así pues,…
El ejercicio pautado de forma individualizada, con una dosis concreta y adaptado al contexto del paciente es LA MEJOR MEDICINA.