Una habitación blanca e impoluta, con un cuadro de piedras dispuestas una encima de otra en perfecto equilibrio. Una luz tenue, onírica. La temperatura cálida, tanto que se está perfectamente cómodo con la piel desnuda. Audible pero ligeramente velada se escucha música lenta que evoca lo oriental y por debajo el sonido de agua discurriendo. Tumbado en la camilla del centro de la estancia yace un cuerpo inerte al que se le aplica un masaje con aceite templado con una cadencia cansina. Las manos del fisioterapeuta friccionan la piel una vez aquí, una vez allí envolviendo músculos y fascia, retorciendo los tejidos como si de masa de harina y agua se tratase.
¿Es esto fisioterapia?
Como decía uno de mis profesores…
– Depende.
Los fisioterapeutas disponemos de muchas herramientas para poder proporcionarte alivio y resolver los problemas de dolor y falta de movilidad que puedas presentar. Entre estas técnicas una de las más conocidas, puede que por ser tan placentera, es el masaje. Pero existen muchas más. Las movilizaciones articulares, las manipulaciones, la punción seca, el ejercicio terapéutico o el asesoramiento y educación.
Actualmente sabemos que algunas técnicas como el masaje o los diferentes métodos de movilización pueden suponer un alivio del dolor en el corto plazo, pero para poder tener un alivio a largo plazo se necesita utilizar ejercicio terapéutico. En el caso concreto en el que tengamos dolor de espalda tras largas horas delante de la pantalla del ordenador (seguro que a muchos os suena esto…) un masaje puede ser un tratamiento ideal para poder relajar la musculatura y eliminar el dolor, pero puede que vuelva al día siguiente. Si estudiamos el caso concreto, puede que algunos ejercicios destinados a reforzar determinados músculos junto a estrategias, como hacer pequeños descansos durante el trabajo, nos ayuden no solo a eliminar el dolor, sino también a que no tengamos estas molestias cada vez que nos sentamos delante de la pantalla.
El masaje, por tanto, es una técnica que puede resultar muy útil por lo que no podemos denostarla ni menospreciarla. De hecho, la utilizo con mucha frecuencia para ayudar a mis pacientes. No obstante, la reducción de la fisioterapia a hacer masajes se aleja de la realidad. Los fisioterapeutas podemos valorar el problema que presentes y buscar soluciones más allá de darte un alivio momentáneo buscando que puedas solucionar tu problema de raíz.
El masaje es fisioterapia, pero la fisioterapia es mucho más.