CONSEJOS

Tengo una hernia lumbar, ¿qué hago para recuperarme?

El dolor lumbar es muy frecuente entre la población general. Se estima que un 90% de las personas padeceremos dolor lumbar alguna vez en la vida. Y muchas veces, es asociado a hernias discales, por ser un hecho muy frecuente. No es para nada raro encontrar una conversación en la que varias personas compiten por ver quién tiene más hernias. 

¿Qué son las hernias discales?

La columna vertebral va a estar formada por unos elementos óseos: las vértebras. Entre las vértebras, vamos a tener los discos, que van a ser un tejido deformable y que va a permitir que la columna se mueva. Sin ellos, la columna no podría moverse y nosotros no podríamos ni doblarnos ni estirarnos. 

Este disco puede sufrir deformidades y abombamientos, que es lo que se va a conocer como “hernia discal”.

 

¿Qué síntomas provocan?

Las hernias discales a nivel lumbar pueden producir unos síntomas bastante dispares dependiendo de las personas.

  • Rigidez 
  • Dificultad para moverse y flexionarse. 
  • Dolor en la zona lumbar, en las piernas y en el muslo. 
  • Hormigueo o calambre en las piernas

De todas formas, como puedes comprovar, son bastante inespecíficos y pueden aparecer en muchos problemas diferentes, por lo que el que tengas alguna de estas características no significa siempre que sea debido a una hernia. 

Hernias discales en asintomáticos

El dolor seria uno de los síntomas habituales, pero lo que resulta muy, muy curioso es que puede que tengamos una hernia y no tengamos dolor. 

Hoy, todos estamos familiarizados con el término “asintomáticos”, por todo lo derivado por el coronavirus. Sabemos que hay un gran número de personas que teniendo el virus, no experimentan síntomas. Pues algo así sucede con las hernias. Se ha visto en muchos estudios en personas que no tienen dolor lumbar, que hay entre un 30% y un 50%, que tienen hernias en la columna lumbar. Entre 3 y 5 de cada 10 personas que no tienen dolor lumbar (que son asintomáticas), presentan hernias discales lumbares. Ya ves que no es un número nada despreciable. 

En este estudio podemos sacar una reflexion muy interesante: si te han diagnosticado una hernia discal, no necesariamente tienes que tener dolor.

Parece que hayazgos como las hernias, protusiones o degeneración facetaria (desgaste de la columna), están presentes en un gran número de personas que no tienen síntomas y que su incidencia crece con la edad. Esto ha llevado a cambiar la percepción que tenemos sobre ellos. Antes pensábamos que era un hecho patológico y que tenia que dar dolor y discapacidad, ahora se ve como cambios relacionados con la edad que no tienen porque estar asociados con dolor. Vamos, que muchos de estos procesos son como las arrugitas o las canas que van saliendo en nuestra columna lumbar. 

Evolución natural

Y si esto es curioso, la evolución de las hernias discales no nos deja indiferentes. Si nos preguntasen cómo van a evolucionar las hernias a lo largo de los años, seguramente responderíamos que esto no puede mejorar. Que va a ir a peor.
Hay varios estudios en los que se hacen resonancias magnéticas para ver las hernias discales y ver la evolución de las mismas. En estos, se medía el tamaño de la hernia y se volvía a hacer una resonancia al tiempo para ver que había sucedido. Lo sorprendente es que en el 66% había una reducción del tamaño de la hernia y una reducción de los síntomas. Esta reabsorción de las hernias se produce de media en 2 de cada 3 hernias discales, por lo que es un fenómeno bastante frecuente. Parece que la inflamación que se produce tras la hernia puede ser el mecanismo que haga que estas hernias se reabsorvan.

Seguro que tienes en tu cuerpo una cicatriz antigua. En su momento sangró y dolió. Luego cicatrizó, dejó de doler y cayó la cicatriz. Al inicio la piel estuvo sensible durante unos días y cuando se estiraba molestaba, pero ahora ya no lo sientes. Si la miras sigue habiendo una marca que recuerda lo que sucedió, pero no duele y la piel puede estirarse y cumple su función de no dejar pasar bichos al interior de nuestro cuerpo. Pues algo así es lo que puede suceder con las hernias. Se produce una lesión. Duele, nos limita la movilidad. Con el tiempo hay un proceso de cicatrización de nuestro cuerpo y incluso reabsorción de la hernia. Luego, deja de doler y la columna puede seguir cumpliendo su función de permitir el movimiento al tiempo que nos da soporte. 

Este es un ejemplo, de cómo el cuerpo no es un elemento estático, sinó que evoluciona, cicatriza y se adapta.

¿Hay tratamiento más allá de la cirugía?

El tratamiento de las hernias discales puede ser de dos tipos:

  • conservador
  • quirúrgico 

Hace algunos años, el tratamiento quirúrgico se utilizaba con cierta frecuencia. Ahora, sabemos de la evolución favorable de las hernias. También se ha comparado entre cirugía y tratamiento conservador, no existiendo diferencia importante entre ambos tratamientos. Por todo esto, se recomienda el tratamiento conservador en la gran mayoría de los casos. 

El tratamiento para este proceso va a ser ayudar al cuerpo en este proceso. Aquí es donde la fisioterapia tiene un gran campo de trabajo. 

El fisioterapeuta evaluará tu estado y realizará el tratamiento adecuado adaptándolo a la situación que presentes. Ejercicios, masaje, estiramientos, consejos sobre posturas y posiciones a evitar o las que te pueden ayudar a sentirte mejor son algunas de las cosas que podemos ver durante las sesiones de fisioterapia.  

Por último, recordar que el reposo va a empeorar el proceso, por lo que es mejor que te mantengas en movimiento y retomes las actividades lúdicas y laborales cuando sea posible. 

 

Espero que esta información te sea útil. Cualquier duda, te leo en comentarios.